Lionel Messi disfruta de sus últimos días de vacaciones junto a su familia, y a poco de reincorporarse al Barcelona, se lo pudo ver jugando a la pelota con sus hijos Mateo y Thiago.

Lo divertido fue que entre los tres lo volvieron loco al pobre del Hulk. El enorme perro fue al medio, y se comió el ‘loco’.