Tal anticipamos en Diario Registrado el miércoles 30 de octubre, este martes se confirmó que la final de la Copa Libertadores de América no se jugará en Chile debido a la crisis que atraviesa el país trasandino al tiempo que quedó definida la nueva sede.

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Todo se definió en una extensa reunión en la sede de la Conmebol de Luque, Paraguay, en la que participaron las principales autoridades del fútbol sudamericano y los presidentes de River y Flamengo, los finalistas del certamen.

En medio de la incertidumbre, desde Luque se informó que lo primero que decidieron los dirigentes fue que Santiago quedó descartado como sede, mientras que se definía entre Lima, Asunción y Medellín, respetando el formato de final única.

Finalmente, y luego de un cuarto intermedio, se llegó a la determinación final: Lima será anfitriona del encuentro que definirá a un nuevo campeón. Será el mismo sábado 23 de noviembre y el estadio, todavía no confirmado, sería el Monumental.

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