Los tumultuosos días de Boca continúan sin pausa. Además de soportar un constante ataque mediático para minar la administración de Ameal y Riquelme para que regrese el macrismo al club, ellos mismos se dan tiros en los pies.

La salida entre gallos y medianoches del goleador Wanchope Ábila cuando Boca está sin un centrodelantero definido fue muy extraña y pesimamente comunicada.

Mariano Closs apuntó al centro del problema y como quieren recortarle espacio a Carlos Tévez, una espada del macrismo en el plantel.