Después de dos temporadas, Rosario Central hacía su presentación de la mano de Miguel Ángel Russo en la primera división, frente al "cervecero".

El partido tuvo llegadas en ambas áreas, pero los que tuvieron más puntería fueron los rosarinos, o mejor dicho, su más reciente incorporación: Carlos Luna.

El ex River estuvo intratable y embocó las dos oportunidades que tuvo. Sobre le cierre de los primeros 45, cruzó un zurdazo implacable, y luego a los 35 de la segunda parte, ganó de cabeza entre los dos centrales de Quilmes y el uruguayo Boghossian, que mide 1,94 metros.

En la misma jugada, un golpe en el rostro lo obligó a salir, llevarse la ovación de los hinchas y dejarle su puesto a Sebastián Abreu.

Quilmes tuvo varias oportunidades para descontar, pero los palos y la falta de puntería le negaron las conquistas.