El equipo europeo donde más jugadores argentinos desfilaron en los últimos años atraviesa uno de los peores momentos de su historia. Luego de descender a la Serie B al término de la temporada 2013-2014, tras ocho temporadas en la división principal del fútbol italiano, el Catania recibió una muy dura sanción por parte de la Federación Italiana (FIGC).

El club siciliano iniciará la actual temporada en la tercera división del fútbol italiano, llamada LegaPro, con una sanción de 12 puntos. Además, deberá pagar una multa de 150.000 euros. Todo esto por confirmarse el arreglo de partidos.

Su presidente, Antonino Pulvirenti, que admitió en junio haber comprado cinco partidos para evitar el descenso, recibió una multa de 300.000 euros y una suspensión de cinco años. El director deportivo del club siciliano, Pablo Cosentino, por su parte, tendrá que pagar 50.000 euros y cumplir una suspensión de cuatro años.

El 23 de junio, la policía arrestó a siete personas, entre ellas a Pulvirenti y Cosentino, acusados de haber arreglado cinco encuentros durante la temporada 2014-2015: Catania-Livorno, Catania-Avellino, Catania-Trapani, Catani-Latina y están relacionados con otro encuentro investigado, el Mesina- Ischia.

A su vez, otros dos clubes de la Serie B, el Savona y el Teramo, fueron descendidos a la 4ª división, por arreglar el encuentro de final de temporada que les permitió subir a ambos clubes de la LegaPro a la Serie B.

En la última década, el Catania contrató a futbolistas argentinos como Mariano Andujar, Gonzalo Bergessio, Alejandro 'Papu' Gómez, Nicolás Spolli, Gino Peruzzi, Luciano Monzón, Maximiliano López, Pablo Barrientos, Matías Silvestre, Pablo Ledesma y Pablo Álvarez, entre otros.