El conjunto de Bianchi se había puesto en ventaja tras una curiosa jugada: tiro indirecto en el área chica, con los once rafaelinos en la línea de gol, aunque claro, el que debía rematar era Riquelme.

El 10 pensó y la ubicó donde ninguno de los contrarios podía evitar el gol, es decir, en el ángulo.

Minutos después, el juvenil Albertengo anticipó a los defensores xeneizes y definió cruzado, dejando sin chances a Orión.

Recién en la segunda parte, los locales consiguieron el gol de la victoria, luego de elaborar una interesante combinación entre Riquelme, Blandi e Insúa quien terminaría siendo el autor de la conquista.

Con esta victoria, los dirigidos por Bianchi tendrán una semana tranquila y un poco de tranquilidad para reencontrar el funcionamiento del equipo.