La pelea comenzó cuando Jerome Boateng tuvo una entrada dura para con su compañero polaco e inmediatamente hubo un cruce de palabras fuertes. Philipp Lahm, Rafinha y Mehdi Benatia tuvieron que intervenir para que los empujones no pasara a mayores.

Tras la pelea intervino Josep Guardiola que abrazo a Lewandowsky le dijo algo al oído y mando a los dos jugadores a las duchas.