La previa del partido en el que Tottenham venció a West Ham y lo eliminó de las semifinales de la Carabao Cup, fue violenta. En las adyacencias al estadio, los hinchas se tomaron a golpes de puños en una avenida; ni la presencia de policías caminando entre ellos para evitar nuevos choques pudo frenar la batalla campal.

A puño limpio, botellazos y piedras fueron los enfrentamientos según los videos que circulan en las redes y los resúmenes de noticieros británicos, que hablaron de un clima parecido a aquel de cuando los hooligans tenían en vilo al país en cada encuentro.