Luego del pitazo final y un 3-3 para el infarto, momentos de mucha calentura se vivieron en La Ciudadela.

Los jugadores de Dálmine protagonizaron una brutal batalla campal con algunos asistentes del equipo de local y personal de seguridad.

El arquero Martín Perafán encabezó la bronca del conjunto de Campana, que fue captada por las cámaras y los fotógrafos del campo de juego. Hasta ahora, no hubo ningún tipo de sanción.