Barcelona apuesta desde hace tiempo a la continuidad. Real Madrid, por su parte, apuesta al "cambio". Y así les va a unos y otros. Los dirigidos por Luis Enrique con su ideología, fue al Santiago Bernabue y aplastó a un conjunto local que está inmerso en una laguna, atrapado por sus propias decisiones.

Con dos goles de Luis Suárez, más uno de Neymar y otro de Andrés Iniesta, Barcelona venció 4-0 a su archirrival en un clásico que quedará en la historia. Pero no solo por el resultado, sino porque durante los noventa minutos hubo un solo equipo en cancha. Y eso que Lionel Messi, el mejor jugador del planeta, jugó solo la última media hora.