Generó preocupación entre sus propios compañeros y hasta los rivales. La cantidad de sangre que salía de la cabeza de Robertone no pasó inadvertida en La Paternal.

Cuando el volante fue a buscar un rebote, chocó su cabeza con la de Carlos Quintana, llevándose la peor parte.

Enseguida, su frente comenzó a sangrar por un profundo corte, obligando a los médicos a atenderlo y a retirarlo con cuello ortopédico.

En su lugar, ingresó Pablo Galdames, y Robertone, tras ser atendido en el vestuario, fue derivado al hospital San Juan de Dios para realizarle estudios.