El fútbol y la sociedad, en esta oportunidad, van de la mano. Los atentados que se sucedieron el pasado viernes, que dejaron 132 muertos y cientos de heridos, tocó de cerca a la sociedad mundial.

Las explosiones fuera del Stade de France, tenían como objetivo principal las tribunas del estadio, en las que se encontraba, además de miles de fanáticos, el presidente François Hollande. Pero otras historias en el mundo del fútbol quedaron marcadas por el horror.

Lass Diarra, futbolista francés, que el viernes estaba jugando el partido con su selección, anunció el sábado a través de las redes sociales que una de las víctmas fatales fue su prima Asta Diakite, a quien definió como "una referencia, un apoyo y una hermana mayor". Y opinó en una carta: "En este clima de terror es importante para todos nosotros, que somos representantes de nuestro país y de su diversidad, tomar la palabra y seguir unidos frente al horror que no tiene ni color ni religión".

Ibrahimovic, por su parte, se mostró "destrozado". El delantero de Paris Saint-Germain quedó conmocionado por los sucesos que golpearon a la ciudad donde vive.

Según el diario 'L'Equipe', el sueco está muy afectado por la pérdida de dos amigos: Pierre Innocenti y Stéphane Albertini, dueños del restaurante italiano 'Chez Livio', al que solían asistir los jugadores del equipo, entre otras celebridades.

El sábado pasado, en el triunfo 2-1 de Suecia ante Dinamarca, por las eliminatorias para la Eurocopa del próximo año, Zlatan -autor de uno de los goles- había pedido el cambio a 15 minutos del final, lo que sorprendió a propios y extraños.

Luego del encuentro, y ante los medios de su país, confesó: "Es triste, es trágico. Este tipo de cosas no pueden suceder, no deberían ocurrir. Todos mis pensamientos están con aquellos que perdieron sus vidas y sus familias. Traté de concentrarme en el partido de hoy, pero era muy difícil".

El futbolista que no se sorprendió. Franck Signorino, de 34 años y defensor del Reims, habló con la revista France Football y aseguró que no le sorprendieron los ataques terroristas. "Honestamente, podría parecer pesimista, pero me esperaba eso. Estoy conmocionado, lleno de tristeza, pero no me sorprende. En mi cabeza, le dije a mi esposa y a mi alrededor, era sólo cuestión de tiempo. Yo sabía que iba a venir".

Y agregó: "Inclusive, pensaba qué objetivo ideal para estas personas podrían ser los eventos deportivos. Me imaginaba que algo podía suceder en el Velódromo de Marsella, el Parque de los Príncipes o en el Stade de France. Para mí, es media sorpresa". Increíble.