Y las emociones llegaron al final, en los últimos diez minutos de un clásico donde si bien ambos equipos priorizaron tener y hacer circular la pelota, se dañaron poco.

Antes de los tres goles hubo un partido que mostró al equipo de Sabella con la intención de triangular y hacer circular la pelota desde la prolijidad del eje Cerro-Guiñazú hacia el tándem Montillo-Martínez. Todo pareció funcionar hasta tres cuartos del campo, porque Argentina careció de "punch" en ataque.

Brasil jugó sin la pelota, y cuando corrió, encontró espacios por el sector derecho de la defensa. Es que el pibe Peruzzi se ofrecía siempre como salida y en el regreso, Neymar quedaba mano a mano con Lisandro López, aunque él y la defensa nacional se las rebuscó para controlarlo aunque sea para que el crack no rematara cómodo al llegar al borde del área.

En el complemento, el equipo de Menezes controló algo más el balón y el de Sabella perdió tenencia. Así, el juego se hizo monótono, ambas selecciones lucieron indefensas y el juego se hizo aburrido.

Entonces allí es cuando la evaluación es individual y el DT se olvida del resultado. Es para destacar la tarea de Gino Peruzzi, otra vez en el lateral. Sabella se habrá ido conforme con el trío López-Dominguez-De Sabáto, por juventud, y experiencia, porque el jugador de Vélez jugó en Brasil y el del "Pincha" es un ex dirigido, los considera adentro del plantel final.

En el medio, el debut de Cerro es auspicioso, por la prolijidad y la simpleza con que se desempeñó junto a Guiñazú, otra fija en las convocatorias de Alejandro. Walter Montillo condujo con criterio el equipo, Sabella no tiene otro hombre que haga las veces de "enganche", también brilla en Brasil. Y los atacantes no lucieron tanto, pero juegan en la tierra del próximo mundial, es un aval para ser suplentes sin chillar del trío fantástico Messi-Higuaín-Aguero.

Pero había un partido que ganar, y llegaron los gritos, los festejos, los abrazos. Argentina consiguió el tan ansiado tanto luego de una falta cometida al "Burrito" Martínez, que Ignacio Scocco convirtió. 

En seguida, como un karma de la suerte que acompaña en momentos clave a los brasileños, Fred igualó con un remate imperfecto luego de que le cayera en los pies otro remate imperfecto desde la puerta del área de Jean. Claro, ese primer remate llegó tras un rechazo que quedó corto de Sebastián Domínguez.

El superclásico de las Américas se lo llevaba Brasil, pero una gran jugada entre Martínez y Montillo que partió en mitad para romper el adelantamiento de la defensa Verdeamarelha, terminó con una precisa definición al entrar al área de Scocco, tras pase del ex San Lorenzo.

Y llegó la ronda de penales.

Martinez sufrió al arquero Cavalieri, Montillo erró, Thiago Neves y Jean convirtieron y Brasil sacó rápido diferencia de dos. Seba Dominguez metió su penal con seguridad, Orion atajó el remate de Carlinhos y nos ilusionamos. Más aún cuando Scocco le rompió el arco a Cavalieri.

Pero Fred pateó con los ojos abiertos y mantuvo diferencia de uno. Orión disparó, igualó la serie y se fue a parar como golero frente al joven "Maravilla" de Brasil.

El disparo convertido por Neymar -la estrella del pentacampeón mundial- le dio la Copa a ellos.