Leo Mayer es el héroe menos pensado. El correntino venció en cuatro sets al inglés Daniel Evans y la Argentina terminó venciendo 3-2 a Gran Bretaña en la serie semifinal de la Copa Davis.

El equipo argentino capitaneado por Daniel Orsanic, que hasta la participación de Juan Martín del Potro era un grupo de optimistas que se potenciaban cuando se juntaban a jugar la Copa Davis, hace historia.

La Argentina, después de superar tres series de visitante, jugará la quinta definición por la Ensaladera en la historia del tenis nacional.

La decisión del capitán, Orsanic, fue el punto de discusión al marginar a Del Potro de la definición en el quinto punto. Pero más allá de eso, se alcanzó la final sin miserias internas ni polémicas grupales de las que abundaron a lo largo de tantos años.

Con el triunfo épico del viernes del tandilense ante Andy Murray, el número 2 del mundo; con la muestra de coraje de Guido Pella para jugar su segundo single en la Davis y vencer a un tenista en ascenso como Kyle Edmund; y con el examen aprobado de Leonardo Mayer (acumula diez singles invicto en la competencia), la Argentina se puede dar el lujo de soñar con ganar el único título grande que le falta al deporte nacional.

Ahora, el equipo nacional jugará la final frente a Croacia entre el 25 y el 27 de noviembre, de visitante.