El folklore del fútbol indica que los hinchas acusan a los periodistas de ser fanáticos de su clásico rival y hacerlo evidente en sus relatos y comentarios con frases tendenciosas.

Para cubrirse, los periodistas simulan ser hinchas de equipos chicos y no expresan sus verdaderas simpatías, precisamente para que nos los acusen de favorecer en sus palabras al equipo de sus amores.

Este círculo vicioso se podrá terminar cuando cada periodista diga de que equipo es hincha, haga su trabajo con imparcialidad al analizar los partidos, y los hinchas no sobrereaccionen ante cada gesto. Sino ocurre lo que pasó con Vignolo en el clásico.

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