Alemania derrotó a Francia por 1 a 0, con gol de Hummels de cabeza a los 13 minutos del primer tiempo, en el Maracaná y se metió en las semifinales de la Copa del Mundo por cuarta vez consecutiva.

El partido, que en el segundo tiempo ganó en emoción, encontró a ambos equipos con situaciones de gol hasta la última pelota -ya en el cuarto minuto recuperado-, en la que Benzema quedó ingresó al área por izquierda y remató fortísimo. Pero el golero Neur, la figura del encuentro, desvió lo que hubiera sido el empate que forzaba el alargue.

El equipo de Deschamps -campeón en 1998-, salió a jugar diferente el complemento, adelantó sus líneas y le robó la pelota a Alemania. Y si bien le costó acentuar su dominio en el área rival, pudo desbordar a los teutones, aunque le faltó decisión para llevarse por delante al equipo de Low.

El primer tiempo había sido entretenido, tuvo varias chances de gol antes del gol de Hummels (atención a cómo gana la posición ante Varane), a los 13 del primer tiempo.

Alemania sorprendió con la inclusión de Klose, como delantero-centro para no permitir el adelantamiento de los zagueros franceses. Así, y con Müller sobre un costado, su posición habitual, los alemanes dominaron el juego.

Pese a la ventaja, los de Low continuaron con la presión y la tenencia de balón, y a Francia sólo le quedó la opción del contragolpe. El golero galo, Lloris, mantuvo el cero en su arco con un par intervenciones. Y así llegó, en dos ocasiones en las que Neur se lució ante Benzema y Valbuena.

En el complemento, con mayor participación de Pogba y más movilidad de Valbuena, Francia logró maniatar a Alemania, que bajó su rendimiento, sobre todo en Ozil y Khedira, que perdió el medio.

Un cabezazo de Varane y un remate de Benzema, fueron las más claras chances de las que dispuso el equipo galo. Pero una y otra vez, chocó contra el hombre vestido de verde, la figura indiscutida de la cancha.

En resumen, cada uno fue dueño del trámite en un tiempo. Alemania sacó provecho de su dominio y luego jugó a lo que mejor sabe, aunque erró al menos dos ocasiones para liquidar el pleito antes -clave Lloris otra vez-, y no sufrir hasta el final.

Su arquero, gigante otra vez, lo salvó del alargue, y le dio la clasificación a una semifinal de la Copa por cuarta vez consecutiva. En 2006 y 2010 consiguió el tercer lugar del podio, y en Japón-Corea de 2002, cayó en la final ante Brasil.