A mediados de 2013, Fernando Gago cumplió su sueño y volvió a jugar en el club donde surgió futbolísticamente. Pero antes de ello, la dirigencia 'xeneize' tuvo que destrabar una complicada situación con el Valencia de España.

En aquel momento, ambas instituciones arreglaron una cesión de un millón de euros, más una opción de compra de 1.5 millones de la moneda europea. Boca debía ejercer de manera obligatoria ese pago cuando finalizara la cesión. Casi dos años después, el club español no recibió nada de lo pactado a sus arcas.

Ante los impagos y las demoras, el Valencia denunció ante la FIFA dicha situación. El máximo organismo del fútbol mundial estudió la documentación que le presentó el club de Mestalla y esta semana envió un requerimiento a Boca para que explique los motivos del impago antes del 15 de abril.

Según los directivos del club valenciano, los dirigentes de la FIFA les dejaron en claro que el club de la Ribera no tiene defensa posible y tendrá que pagar inminentemente.

Pero lo curioso en esta historia es que Angelici y compañía priorizaron extender el vínculo de Gago hasta el 2017 en lugar de cumplir con la intimación de la FIFA.

Este martes, el futbolista y la dirigencia acordaron extender por dos temporadas más el vínculo del volante de 28 años. Así, Arruabarrena puede estar tranquilo que una de las piezas claves de su equipo permanecerá bajo sus órdenes.