Si de Carlos Bianchi se decía que tenía el celular de Dios, Marcelo Gallardo parece tener el whatsapp de Dios y enviarle mensajes pidiéndole deseos.

Uno de esos deseos debía ser que Nikao, el extremo rápido que complicó hace un año al fondo riverplatense, no pudiera ser de la partida. Y si de pedir se trata, no estaría mal que tanto el arquero titular como el suplente queden descartados para que ataje un joven que todavía no debutó.

Todo eso se cumplió, y el Millonario enfrentará a un Paranaense que no venía bien y tendrá a su equipo disminuido.