Por más que los dirigentes del Inter quieran hacer una reunión para que desista de dejar el club, la propuesta le hizo brillar los ojos al Chacho: dirigir al Celta de Vigo en la liga española es la posibilidad de entrar en Europa.

Poco parece importarle el duelo con Boca por los octavos de la Copa Libertadores de América, ni estar peleando el Brasileirao, su vista está puesta en España. Pero para salir tendrá que pagar la clausula de rescisión que le exige el equipo de Porto Alegre para liberarse de su contrato.