La entrevista, que apareció este sábado en el diario deportivo Olé, generó un revuelo en el mundo del fútbol. La frustrada vuelta de Crespo a River en los meses previos al descenso ahora parece tener una explicación. El ex goleador de la Selección recordó como fue el intentó de retorno que terminó en fracaso y apuntó contra el ex presidente del club, Daniel Passarella.

Repasa un fragmento de la mencionada nota: 

-Se dijeron muchas cosas de tu frustrado regreso a River como jugador, pero nunca se supo la verdad. ¿Qué pasó? ¿Por qué no volviste nunca?

-Yo terminé mi contrato con el Parma y River estaba jodido. No se sabía si iba a descender o no. Desde el Parma me ofrecen renovar, pero yo no quise en el momento. Quería ver qué pasaba con River. Entonces, viajé a Argentina. Hablé con Matías Almeyda, que aún era jugador, y me dijo que vaya directamente al entrenamiento a charlar con ellos. Empezamos a buscar casa para vivir y un colegio para las nenas en Argentina. Passarella no me llamaba y yo pensé: "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma". Hablaban en los medios, pero nadie me llamaba por teléfono.

-¿Y qué hiciste?

-Fui al entrenamiento de River. Me encontré con Jota Jota López, Lamela, con todos y nos quedamos hablando ahí. Le pregunté a alguno de los utileros si estaba Passarella y me dijo que no. Un utilero me prestó el teléfono y lo llamé en el momento. Le conté que estaba ahí y que quería hablar con él. Me dijo que lo espere, que ya nos ibamos a juntar porque era un momento complicado para él. Yo tenía diez días en Argentina. Me pidió mi número y me dijo que me iba a llamar. Se lo pasé y quedamos en eso. Me fui del entrenamiento y llamé a mi mujer, que me dijo que estaba en el Patio Bullrich con las nenas. Fui a comer ahí con ellas y mirá lo que es la vida: en la mesa de al lado estaba Passarella.

-Increíble.

-Sí. El justo se reunía con alguien ahí y yo fui a saludarlo. Me dijo: "Quiero hablar con vos". Yo, por supuesto, le dije que había vuelto al país para eso. Y ahí llegó la frase. Me dijo: "Escuchame, ¿no tenés 300 lucas? Necesito para el fideicomiso y para otras cosas". Yo lo miré y no lo podía creer. Me quería morir. Quería hablar con él para volver a River y me vino con esto.

-¿Cuál fue tu respuesta?

-Le dije: "Mirá, Daniel. Si es para comprar jugadores, te puedo dar alguna mano desde Italia. Arreglar algún encuentro con alguien. Ya está, gracias. Chau". Yo hoy lo puedo contar, pero en ese momento no podía hacerlo.