El expresidente y los dirigentes Turnes, Carreras y Mancusi aparecen implicados en la acusación del fiscal Campagnoli: desviar, por partido, 1500 entradas para la barra del club.

Además, menciona defraudaciones por un monto superior a $2 millones de pesos y describe el modus operandi.

También el fiscal apunta que en la transferencia de Jonathan Fabbro, que llegó a River a mitad de 2013, hubo irregularidades: "invocando una supuesta gestión de negocios en la transferencia de Jonathan Fabbro se habría defraudado al club por $944.432,23".

Si es encontrado culpable, podría recibir hasta 6 años de prisión.