En el fútbol de Austria, el arquero Benedikt Pliquett del Sturm Graz cometió un error tan insólito como gracioso. Su equipo enfrentaba al club más fuerte del país, el Red Bull Salzburg, así que Pliquett estaba decidido a salir en todas las tapas de los diarios.

¿Qué hizo? Como si recién hubiese terminado de almorzar tres platos de ravioles, el arquero no hizo el mínimo esfuerzo por agacharse a tomar la pelota tras el pase de un compañero desde mitad de cancha.

El desenlace fue tragicómico: gol en contra. Al final, su equipo cayó derrotado por 4 a 1.