Lo que parecía un encuentro más del certamen Regional de Cuyo terminó a las trompadas. Ocurrió luego del triunfo por 12-7 del Club del Personal Banco Mendoza (CPBM) sobre el Huazihul de San Juan, lo que finalizó en una verdadera batalla campal, en la que participaron los jugadores e hinchas de cada equipo.

Los incidentes se registraron en San Juan, y el Comité Superior del torneo emitió un comunicado reprobando lo acontecido, a la vez que prometió realizar un expediente para recabar todo tipo de actuaciones y elementos probatorios tendientes a determinar la autoría, calificación y naturaleza de lo ocurrido durante el encuentro.

De acuerdo con el medio Minutouno, los jugadores de Huazihul se quejaron porque, según ellos, sus rivales "canchereaban". Por eso, tras el pitazo final del árbitro, bastó con un empujón para que comenzara una gresca generalizada que incluyó piñas, patadas y todo tipo de golpes entre jugadores, ayudantes y hasta gente del público.

Como consecuencia de esta batalla campal, dos hombres terminaron en el hospital, según informó el Diario de Cuyo.

El comunicado del Comité Superior del certamen cuyano:

"El Comité Superior del Torneo de Regional de Cuyo, en la persona de Juan Manuel Norton (URC) y Juan Sanso (URSJ) expone que, con motivo de los hechos de violencia y agresión de público conocimiento suscitados en el partido del día 7 de mayo de 2016, entre Huazihul San Juan Rugby Club y Club Personal Banco Mendoza (CPBM) en cancha del primero, han resuelto la iniciación en forma inmediata de un expediente a fin de recabar todo tipo de actuaciones y elementos probatorios tendientes a determinar la autoría, calificación y naturaleza de las acciones acaecidas durante el partido como al momento de terminar, como así también la responsabilidad institucional de los clubes intervinientes en tan aberrantes, cobardes y bochornosos hechos de violencia y agresión, que no guardan relación alguna con los principios y valores que este hermoso deporte busca transmitir. Asimismo, aprovechamos este medio para manifestar que dichas acciones son repudiadas en forma unánime y absoluta por las autoridades máximas de ambas Uniones de Rugby, advirtiendo que sólo a través de medidas disciplinarias directas, severas y contundentes podemos erradicar la violencia y barbarie que tanto enferma y lesiona a nuestro deporte, donde nos avergüenzan por no ser este el espíritu que nuestro querido rugby predica".