En el estadio de la Cerámica, 4.500 fanáticos del Villareal colmaron una de las plateas y se sorprendieron al ver una cápsula de cristal en el centro del campo.

Y más aún cuando el mago Yunke apareció para conducir la presentación de Santi Cazorla, que volvió al 'Submarino Amarillo' tras dos años en el Arsenal inglés y años muy duros por lesiones que hicieron peligrar su carrera profesional.

"Solo por este momento ya ha valido la pena tanto sufrimiento", dijo el jugador antes de recibir la ovación de la multitud. 

Y agradeció: "Doy las gracias al Villarreal, ya no solo por abrirme las puertas cuando tenía 18 años, sino por haber sentido su apoyo en estos momentos tan difíciles y abrirme de nuevo las puertas".