Como se sabe, el partido entre Almagro y Atlético Paraná había tenido el jueves un final lamentable en José Ingenieros, cuando se produjeron hechos violentos entre los barras locales y la policía, que terminaron con el jugador Franco Quiroz herido por un balazo de goma en la cabeza.

El presidente de Almagro, Julián Romero, dijo sobre el hecho que "estamos abandonados a nuestra suerte, porque el señor (Juan Manuel) Lugones y la Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) están los días de partidos; vinieron ayer después de mucho tiempo".

"Exijo al Estado, que está ausente, que se ponga a trabajar, que le dé seguridad a los futbolistas y a todos los que estamos en el mundo del fútbol", reclamó el dirigente.

Incluso habló de "presiones" de la barra brava que sufren tanto el plantel deportivo como los propios dirigentes, indicando que los organismos de seguridad "pretenden que con una lista de derecho de admisión no se los deje entrar a los barras" a los partidos, pero "¿qué pasa el resto de la semana?", se preguntó.