El pelado ese que definió el partido se llama Vasileios Spanoulis, es un base de 33 años considerado uno de los mejores jugadores de la historia del básquet griego. Jugó en Panathinaikos -equipo con el que ganó 4 ligas-, y el domingo tuvo otra vez la última bola en sus manos pero con la camiseta del archirrival, el Olympiacos.  

Se disputaba el cuarto partido de las final de Liga griega, serie dominada por el Olympiakos (2-1), pero que iba camino a equilibrarse con el triunfo ya en el segundo suplementario del Panathinaikos por 81-79 a falta de cuatro segundos en su propio estadio, colmado.

Hasta que apareció el base, Spanoulis, que asumió la última posesión para ganar. Encaró a la otra figura del básquet griego y del rival, Diamantidis, compañero de selección y gran amigo que se retiraba esa noche del basquet, ante su gente. Y lo volvió a hacer.

Lo enfrentó, picó varias veces la pelota y se echó hacia atrás para clavar un triplazo desde casi ocho metros. ¡Bomba! Para ganar la liga, enmudecer el estadio del Panathinaikos y correr al vestuario a festejar con sus compañeros. De película, Spanoulis lloró en soledad. 

Ganaron la final con un triple en el último segundo y tuvieron que salir corriendo al vestuario

¿Quién es Spanoulis?

Spanoulis es uno de los jugadores más importantes de la historia del básquet griego, jugó en la NBA, donde fue compañero de Manu Ginóbili en San Antonio -aunque no fue tenido en cuenta- y en Houston Rockets hace diez años. 

Además, fue el goleador con 22 puntos en la histórica victoria de Grecia sobre el Dream Team norteamericano en el Mundial de Japón 2006, donde su selección fue subcampeona. Un año antes había comandado a Grecia a coronarse en el Eurobasquet. 

A nivel clubes, ganó cuatro ligas con Panathinaikos y dos con Olympiacos. Además con ambos equipos ganó tres Euroliga de clubes. Genio y figura.