"Quiero la Libertadores y una gallina matar", reza la violenta y repudiable canción que el vicepresidente de la AFA entonó, micrófono en mano, junto a los hinchas de Boca en la peña de Barcelona. 

¿Puede ser que una persona pública y con cargos tan importantes y relevantes realice estas acciones injustificadas? ¿Pedirá disculpas en las próximas horas?