Si no se sufre, no vale. Y San Lorenzo sufrió en el Nuevo Gasómetro para derrotar, de forma agónica, a Universidad Católica, que venía invicto y que podía dejar al borde de la eliminación al ‘Ciclón’. Así, respira en el Grupo 4 de la Copa Libertadores de América.

Con el entrenador Diego Aguirre muy cuestionado, y más luego de sacar del equipo titular a Sebastián Torrico, en el Bajo Flores, el dueño de casa salió decidido a llevarse por arriba al equipo trasandino, y poco a poco se fue adueñando de la pelota.

Llegó la apertura del marcador, en el final del primer tiempo, y el triunfo parcial con el que San Lorenzo se fue al vestuario en el descanso era justo. Nicolás Blandi, tras una pelota parada, anotó el primer grito de la noche.

Sin embargo, el gol no fue suficiente, y mientras los de Aguirre se iban quedando, crecía la Católica; hasta que faltando 12, Fernando Cordero silenció el Nuevo Gasómetro marcando el empate, y otra vez, el resultado era justo.

Los chilenos se quedaron con uno menos, y Aguirre se la jugó: a los 84 mandó a la cancha al pibe Cristian Barrios en lugar de un deslucido Fernando Belluschi, y el juvenil, con sus 18 años, terminó dándole la victoria al equipo argentino.

Un minuto tardó Barrios en hacer su presentación oficial, quien con su poco más de metro y medio de altura, anotó de cabeza el que sería el 2-1 definitivo y que podría ser de vital importancia para el ‘Ciclón’ de cara al futuro en la Copa.

Ganó San Lorenzo, respira Aguirre y el equipo sigue vivo en el certamen continental. Sigue último, pero con 4 unidades y por debajo de Católica que tiene 5 y está segundo. La próxima final para los de Boedo será en Brasil ante Atlético Paranaense.