¿Qué amante del séptimo arte no pasó por la sala Leopoldo Lugones?, ¿Quién no se acomodó más de una vez en esas butacas duras como los cines de antes?. Cine ruso, checo, japonés, festivales, ciclos especiales, material fílmico nunca antes proyectado... "La Lugones" forma parte del acervo cultural de la ciudad y recién ahora vuelve a recuperarse.

A fines de 2013,  la sala era cerrada por remodelaciones  "por siete meses" como informaron los Ministerios de Cultura y Desarrollo Urbano del gobierno porteño. Sin embargo recién ahora en marzo de 2015 se anunció su reapertura.

Dialogamos con Fernando E. Juan Lima y Horacio Bernades, integrantes del grupo "Reabran La Lugones" que pujaron para que esto sucediera; ya que en agosto de 2014 cuando habían pasado más de siete meses del cierre notaron que las obras ni siquiera habían empezado.

- ¿Cómo se involucraron ustedes en esta causa denominada "Reabran la Lugones"?


Fernando E. Juan Lima (FEJL)- El grupo se formó en agosto de 2014, ante la comprobación de que no se había cumplido con la promesa de que la sala estaría reabierta en julio de ese año. Como cinéfilos y habituales concurrentes a la sala, con Horacio decidimos ir por dos caminos. Primero, sumar al público, a realizadores, críticos, cinéfilos de todo el mundo y habitantes de la ciudad para hacernos oír (para esto abrimos la página de facebook e iniciamos una petición en change.org que en pocos días sumó miles de firmas); y segundo utilizar las herramientas que nos da la Constitución de la Ciudad para enterarnos acerca de qué era lo que estaba pasando.


Horacio Bernades (HB)
- La sala había sido cerrada, quedando suspendida su programación para el momento de la reinauguración. En el ambiente cinéfilo, y de la cultura en general, empezó a cundir la preocupación, dado que esa sala es la punta de lanza para la exhibición del cine independiente nacional y extranjero. Fernando, que es crítico de cine y juez en el ámbito de la ciudad, aportó el dato de que la Constitución Nacional incluye el derecho de peticionar a las autoridades, por parte de ciudadanos afectados. Fue entonces que decidimos escribir un petitorio, en el que pedíamos cumplimiento de plazos y explicaciones.

- ¿Cuánto creen que influyó la presión social para que el Gobierno de la ciudad diera una respuesta?

FEJL- Nuestra intención era  que reabriese la sala en condiciones. Más allá de que cada uno de nosotros tenemos una clara posición política al respecto, no quisimos quedar presos de internas o pujas partidarias. Nos une el interés compartido. Así no fuimos por el lado de sumar legisladores - que sabemos que hay muchos interesados-  u otro tipo de acciones sino que encuadramos nuestro accionar en la Ley 104 de la ciudad, de acceso a la información.

Lo cierto es que bastó la presentación en sede administrativa para que se dejase sin efecto la contratación con quien hasta ese momento nada había hecho en las obras y para que éstas comenzaran a avanzar. Así seguimos: ante cada parate,  una nueva presentación.
No podemos hablar de causa-efecto, pero la relación es bastante sugestiva. No se puede afirmar que la Ciudad no le importe su templo cinéfilo, pero da la impresión de que el hecho de que la ciudadanía le recuerde su interés al respecto no le ha venido mal.

HB- La respuesta fue impresionante; al día de hoy la página tiene 1500 seguidores, se reunieron toneladas de firmas y se presentaron varios petitorios. Entre los firmantes hubo tanto habitués “anónimos” de la sala como “famosos”, como Beatriz Sarlo, Lita Stantic, Damián Szifron, Lisandro Alonso, Edgardo Cozarinsky y un montón más, incluyendo críticos y programadores del exterior.

Esta acción fue esencial para que las autoridades de la ciudad se pusieran las pilas, cosa que claramente hicieron en respuesta a esta movida, que obviamente tuvo amplia difusión en los medios. Era sintomático: empezaban, se frenaban, después de un nuevo petitorio retomaban y así. Hubo que reclamar incluso la instalación de un proyector digital, cosa que hasta hace poco más de un mes no estaba garantizada. Lo cual es una barbaridad, porque más allá de que la Lugones proyecte películas clásicas en formato de 16 y 35 mm, también incluye en su programación cine contemporáneo y estrenos argentinos, que ya no se filman más en celuloide. El celuloide está por dejar de producirse y las autoridades no daban garantías de instalar un proyector digital…

FEJL- El último cimbronazo fue cuando nos enteramos que la sala abriría sin DCP (Digital Cinema Package); indispensable a esta altura de la tecnología). Así que, nueva presentación el 18/12/14, que mereció la respuesta de (Alberto) Ligaluppi- director del Complejo Teatral de Buenos Aires- en febrero de este año, diciendo que sí se incorporaría esa tecnología.

Ahora la actitud pareciera ser la de "vieron desconfiados... nosotros estábamos haciendo todo bien y Uds. son unos ansiosos". En fin, está claro que las obras tardaron más del doble del tiempo estimado y resulta difícil de sostener el porqué se cerró la sala durante nueve meses en los que las obras no avanzaron. Que la obra general, que los ascensores, excusas, en fin, eso queda para quienes investiguen un poco más al respecto. Nosotros estamos felices de haber reclamado y sentimos que ayudamos un poco y empujamos algo que, de otro modo, todavía seguiría en veremos.

HB- Ahora la reapertura está confirmada, y el proyector digital, prometido. Tendrían que instalarlo de acá a un mes. El 15 de abril comienza una nueva edición del Bafici, la Lugones es una de las salas que tiene actividad durante ese festival y en el Bafici se proyecta todo en digital.

Nosotros seguimos atentos, que es lo que la experiencia nos indica que conviene hacer. Si hubiera una moraleja, sería: “Señor, si le meten el dedo, reclame. Si les meten el dedo a muchos, reclamen todos juntos y griten bien fuerte, que los van a oír”.

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La Sala de Cine Arte Leopoldo Lugones fue inaugurada en 1967 con la proyección de La pasión de Juana de Arco de Carl T. Dreyer. Cuenta con capacidad para 233 espectadores. En 2006 se inauguró en el hall de esta sala un mural realizado en mosaico por Rogelio Polesello, Nunca recuerdo olvidarte. Se espera que en su reapertura se respete su infraestructura original y se agreguen nuevas tecnologías que mejoren la experiencia de disfrutar el séptimo arte.