El mundo del teatro londinense se encuentra convulsionado por la puesta de la obra Tito Andrónico, una tragedia escrita en 1593 por William Shakespeare.

La trama de la historia se centra en un personaje ficticio Tito Andrónico general en el último período del ejército romano. La obra considerada "la más violenta" del autor de "Romeo y Julieta" fue, en su momento, censurada durante el período victoriano por ser "excesivamente violenta". Ahora, tiene su revancha y volvió a las tablas.

"Una confesión: me desmayé. Los miembros del público caen como moscas", empezó la crítica Holly Williams, del diario británico The Independent. The Guardian tituló: "El baño de sangre de Shakespeare convertido en un placer sádico". Incluso un portavoz del teatro dijo a la BBC que "un centenar de personas se desmayaron o se vieron obligadas a abandonar la sala durante la obra".

Los actores no están ajenos a la reacción extrema del público.  "Al principio nos preocupábamos", explica el actor Obi Abili, y agrega:  "Se desmayaba alguien en medio de una escena y todo el mundo alrededor se daba vuelta".

En la escena más famosa de la obra, Tito mata a los hijos de Tamora (la reina de los godos)  y hace un pastel con los restos. En la obra hay 14 muertes, una violación, escenas de canibalismo y mutilaciones donde la sangre fluye en ríos.

"La mayoría de los desmayos ocurrieron en la escena en la que aparece Lavinia (hija de Tito), después de haber sido violada y mutilada por los hijos de Tamora", explica una portavoz de The Globe.

Ante numerosas críticas durante la puesta de la obra, la directora solo aseguró:  "Me parece fantástico, que la gente pueda conectar tanto con los personajes".  Y agregó desafiante: "Me sentía decepcionada si solo se desmayaban tres personas en una función".

El morbo parece "poder más que cualquier otro sentimiento" y ya son muchos los que están esperando que repongan la obra en cartel ( hubo 52 funciones) para formar parte del "baño sangriento" que propone Shakespeare en su intrincada tragedia.