En una contemporaneidad donde los chats, los mensajes efímeros e instantáneos que a veces perduran sólo lo necesario para ser leídos y borrados; son las cartas y su corporeidad las que adquieren la dimensión fascinante de ser testimonio de voces y relaciones.

Osvaldo Aguirre, quien edita y prologa Correspondencia, no duda en resaltar que las cartas publicadas funcionaban como "un intercambio secreto que sostuvo sus obras e inmediatamente genera un Caveat lector que lleva a uno a preguntarse ¿por qué hacer público algo privado?

David Rieff, hijo de Susan Sontag, lo definió de manera perfecta cuando se vio enfrentado a la decisión de publicar o no los diarios de su madre.  Rechazando el estúpido cliché de inferir un "así lo habría querido", Rieff prologa y señala que avanzó sobre esas intimidades porque conocía a Susan y su pasión por leer cartas y diarios. La publicación se realizó en base a una idea concreta, y tal vez para el ojo externo caprichosa,  la continuidad con los intereses públicos de quien escribió esas líneas privadas.

Aguirre plantea la materialidad de esas cartas como "legado" ya que "un escritor no guarda todos sus papeles, y el hecho de preservar algunos de ellos y tomar recaudos para que otros lo reciban y puedan leerlos".

¿Es así? La pregunta no tiene una respuesta clara.  Sin embargo, lo que el lector podrá encontrar en Correspondencia es justamente la categoría de "diferente" que se le adjudica a Varlotta y descubrir- para muchos-  a Gandolfo. Dos particularidades de las que los escritores eran conscientes; Levrero conocía que era ubicado en esa categoría de "lo raro" por la crítica de época  y Gandolfo sabía que gran parte de su trabajo pasaba "desapercibido". Ahí no está lo nuevo, sino en poder conocer qué pensaban al respecto.

Las misivas escritas entre 1970 y 1986 hablan de encuentros, sus obras, la crítica literaria- despreciada pero sin dejar de ser tenida en cuenta-, la poesía, las mujeres y la familia, la idea del "valor terapéutico del arte" del uruguayo, las fricciones entre el lenguaje poético y la prosa del cordobés,  el cine,  la parapsicología, el sacerdocio sin celibato del goce, la anécdota que no se vería como políticamente correcta en público, ; el vivir de experiencias  que leda el carácter de un libro con pasado hecho presente.

Correspondencia también incluye un anexo con reproducción de los originales, fotos, aclaraciones, textos complementarios y anotaciones que brindan un panorama de época literaria triangulado entre Montevideo, Rosario y Buenos Aires. Cartas que resultan de interés para quienes ya conocen la obra de los escritores y de sorpresa para lectores con predisposición a lo autobiográfico.

Andy Warhol planteaba que una persona podía conocerse por su ropa interior;  también- en parte-  por sus cartas aún con el '"vidrio frío" que nos separa en espacio,  tiempo y lecturas.

"Correspondencia"

Mario Levrero - Francisco Gandolfo.
Edición de Osvaldo Aguirre, Iván Rosado 2015.

216 págs.