Nacido en 1929, víctima del holocausto nazi, sobreviviente y escritor reconocido, Imre Kertész falleció a los 86 años en su casa en la capital húngara. 

Krisztian Nyary, director de ediciones Magveto, fue el que dio la noticia a la prensa: "Kertész fue uno de los escritores húngaros más influyentes del siglo XX, no solamente por su obra (...) sino también por su pensamiento y su visión del mundo. Seguirá siendo una gran influencia en la literatura en los próximos años".

En 1944, a los 15 años,  fue deportado al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau y un año más tarde enviado a Buchenwald, en Alemania.

Cuando pudo retornar a su país también sufrió la persecución política del régimen stalinista mientras ejercía el periodismo y sobrevivía haciendo traducciones al alemán y sufriendo la censura de posguerra en Hungría sobre los crímenes nazis. Incluso en 1986 aseguró "Siempre seré un escritor húngaro de segunda fila, ignorado y malinterpretado". 

Su obra más conocida,  "Sin destino", fue  publicada en 1975 aunque pasó desapercibida hasta que en el 2002 obtuvo el Premio Nobel de Literatura y se señaló que ésta:  "traza la frágil experiencia del individuo contra la bárbara arbitrariedad de la Historia y defiende el pensamiento individual contra la sumisión al poder político".

Tres años después, en 2005, la novela fue llevada a la pantalla grande por el director húngaro Lajos Koltai, coproducida entre Hungría, Alemania y Reino Unido. 

Entrevistado en 2011 por el editor Svante Weyler y el cineasta Håkan Pienowski, Kertész mostró su sentido del humor y señaló que era "Muy complejo escribir y tener Parkinson". El encuentro que devino en un pequeño corto puede verse al escritor leyendo un fragmento de "Sin destino" (con subtítulos en inglés). 

Su último libro, "La última posada"- que será editado en castellano por la editorial Acantilado en 2016- recopila diarios íntimos entre los años 2001 y 2009 que constituyen "un testimonio visceral y a veces perturbador de sus experiencias en ese período".