El dramaturgo nacido en 1920 en el barrio porteño de Palermo falleció a los 96 años después de un intento de homenaje a su trayectoria en el Teatro Nacional Cervantes en el que finalmente se velarán sus restos. 

Autor de piezas emblemáticas del teatro nacional como "El pan de la locura”, “El puente” y “Los prójimos”; fue el impulsor de Teatro Abierto en la época de la dictadura militar como un verdadero símbolo de la libertad de expresión y denuncia. 

También fue Ministro de Cultura de la Nación con el retorno a la democracia y fue reconocido no sólo en nuestro país sino también internacionalmente en España, Francia y Venezuela.