"Yo sólo se que soy malísima para estas cosas" dije cuando me invitaron a participar del primer juego de escape que desembarcó en la Argentina.

Conocía los juegos online y en red de refilón, esos desafíos en los que tenés que ir descubriendo pistas para resolver un crimen.  Pero la experiencia que propone Eureka Leg es totalmente distinta. Hay que ponerle el cuerpo;  y por eso a esta nota la escribo en primera persona.

Una hora, sesenta minutos exactos,  que empiezan a correr desde el momento en que entrás a la habitación en la que tiene lugar el juego. El detective Spencer fue asesinado y es clave encontrar las pistas que dejó como para obtener la llave que te permita salir de la habitación. Un reloj que corre ante la inminente llegada de la policía y una posible "acusación de asesinato". Pistas, acertijos, números, objetos, obviedades y otras que lo parecen y no lo son. Todo un universo que da la sensación de complotarse cuando uno no sabe hacia dónde ir.

Claro que nadie te va a acusar de asesinato realmente,  eso lo sabemos todos, pero el mérito de Eureka Leg es que una vez que quedás atrapado en esa habitación,  te sacás cualquier prejuicio y te ponés a jugar como si fueras un detective de verdad.

¿Qué pasa si no lográs encontrar la llave que te lleve a la libertad?... Y probablemente tengas que lidiar con la frustración, que a esa altura puede ser peor que te persiga la policía.

Roy Christensen, Cristian Buono y Diego Pontoriero son los creadores de Eureka LEG  el primer juego de escape en Latinoamerica y aseguran que "son muy pocos los que no lograron salir". Lo cual le pone más presión al grupo que no puede bajar los brazos y pasar a estar en la lista de "los que fallaron". Este grupo de amigos ideó todo el proceso del juego y ya van por su segunda versión para aquellos pudieron escapar de la habitación.

Hay un récord de un grupo de libreros que logró salir con 24 minutos 30 segundos; en mi caso (un grupo de periodistas) lo logramos faltando sólo cinco minutos y con el sonido de la polícia llegando al lugar. Estábamos como locos, indignados de no poder resolver la cuestión hasta que uno de nuestros compañeros recordó algo... y ¡zas! todo se nos iluminó.  Es que pensar de maneras distintas suma y permite elaborar teorías y resolver situaciones.

La clave es ser perspicaz, memorioso, con sentido común, cultura general y trabajar en equipo. Sí;  todo eso. Parece mucho ¿no? Pero les aseguro que resulta fundamental que cada miembro del grupo - pueden conocerse entre sí, o como en mi caso conocerse en el momento- cada vez que encuentre algo lo muestre o lo comente.

La comunicación es el fuerte de este juego además de aprovechar las habilidades de cada uno. Algunos juegan más con la lógica, otros descollan con la intuición y están los suertudos que levantan un papel y dicen "Oia ¿esto sirve?".

Como en Las Vegas, lo que pasa en esa habitación queda en esa habitación como pacto entre los detectives ocasionales y ante los eventuales.

Se desconoce en qué momento los juegos de escape comenzaron a llevarse a la práctica, aunque es inevitable pensar en Saw y sus juegos mortíferos (tranquilos en Eureka Leg no hay sierras ni trampas mortales) pero se sabe que son furor en Europa, Asia, Oceanía y Estados Unidos.

Ahora en Argentina esta primera versión- y que ya cuenta con su secuela en marcha en un calabozo- permite jugar a ser detective y sacarse las ganas de pasar una hora al mejor estilo Sherlock Holmes. Adrenalina generada a partir de ejercitar un poco  la cabeza, diversión y desafío; claramente... el juego perfecto.

¿Cómo y dónde jugar Eureka Leg?

Cinco  cerebros, 60 minutos, un sólo objetivo: Escapar! La única forma de lograrlo es ir develando pista por pista y avanzar hasta encontrar la llave que les permitirá abrir la puerta y salir de la habitación. Es una carrera contra el tiempo y el momento perfecto para dejar fluir tus habilidades como detective.

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