Un cuadro "pintado" con una impresora, no un cuadro impreso. La sutil diferencia es realmente un abismo a la hora de unir arte y tecnología. 

Ayer, 5 de abril, presentaron en Holanda una copia de un retrato de Rembrandt realizado con una impresora 3D que aplicó 13 capas de pintura al lienzo logrando un parecido absolutamente asombroso. Pero ¿cómo se logró la imitación tecnológica del aura artística de Rembrandt Harmenszoon van Rijn?.

El cuadro "pintado" por la impresora 3 D basado en el análisis de 168.263 fragmentos de óleos del artista.
El cuadro "pintado" por la impresora 3 D basado en el análisis de 168.263 fragmentos de óleos del artista.

El Museo Rembrandt de Amsterdam, la Universidad de Tecnología de Delft, la Mauritshuis de La Haya y Microsoft se unió junto con  historiadores, ingenieros, programadores y analistas de datos para realizar esta pieza tecnológica. Al comienzo el proyecto fue recibido con "incredulidad y escepticismo" pero luego fueron ganando confianza hasta sumergirse completamente en él. 

Durante 18 meses, un software se encargó de analizar y combinar 168.263 fragmentos tomados de las 346 obras que se conocen que pintó el holandés durante el siglo XVII. Tomando los patrones de estilo de Rembrandt para  pintar rostros y sus formas geométricas asociadas como la distancia entre  los ojos y de éstos con la boca, la proporción con el resto de la cabeza y diversas variables. 

La obra final obtenida por la impresión 3D- con 500 horas de render para procesar la imagen-  posee 148 millones de píxeles que con una tinta especial logró imitar "la mano" del pintor.  

Fuente: The Guardian