La localidad de Weston-super- Mare, en Reino Unido, finalmente develó el misterio de qué estaba ocurriendo en los diez mil metros cuadrados del excomplejo Tropicana abandonado hacía décadas.

Y la sorpresa fue de impacto internacional al conocerse que Bansky, el aclamado y misterioso artista inglés, había decidido construir su parodia de Disneylandia para generar conciencia sobre el mercantilismo y el poder.

Durante cinco semanas quienes visiten este "besument park" (parque que entretiene e incomoda, confunde al mismo tiempo) podrán ver un oscuro castillo de princesa, un estanque de petróleo con el símbolo del dólar,otro estanque con un barco lleno de inmigrantes tratando de cruzar, autitos chocadores con la parca como anfitriona, créditos a precios usureros y los clichés del capitalismo más salvaje puestos al servicio de aquellos que deseen pagar por él.

Habrá talleres para aprender a ser un anarquista con la publicidad callejera, eventos y recitales como los de the Jewels, Sleaford Mods, Massive Attack, Pussy Rio y la humorista Katherine Ryan. También hay una galería abierta que incluye, además de trabajos del propio Banksy, arte de Damien Hirst, Bill Barminski, Caitlin Cherry, Polly Morgan, Josh Keyes, Mike Ross, David Shrigley, Bäst, and Espo.

No es la primera vez que Banksy toma a Disney como punto de partida para generar un mensaje de concientización sobre la economía e ideales salvajes que crecen internacionalmente.