"Es el rescate de una historia que no se conoce y que se dio en la década del 90, una forma de resistencia pequeña pero con mucha fuerza que tuvo lugar en espacios autónomos y autogestivos", le cuenta Diego Casas a Diario Registrado.

De cuarenta y cortos años, Casas se inició en la fotografía con las imágenes que ahora publica: "También empecé en la militancia allí, en el activismo, en lugares como la FLA, la bilbioteca José ingenieros, el SERPAJ, la feria de Fanzaines y la escena hardcore-punk".

Basta con entrecerrar los ojos para imaginar la soledad de esos pequeños espacios de resistencia; ni hablar de otros más politizados con sus riesgos: "Una noche terminábamos una actividad por la libertad de un ex Pantera Negra frente a la embajada de Estados Unidos. A uno de los pibes se le ocurrió pintar la vereda con aerosol y lo llevaron preso de los pelos".

"En las ferias de fanzines siempre había tipos sacándonos fotos o en las actividades frente a los McDonalds, pero la vez más fuerte fue en una feria de armas que fuimos con las Madres, hay una foto de Tati Almeida en el libro, y nos filmaban y decían cosas", puntualiza Casas mientras aprieta los labios.

El libro, que también cuenta con textos -de Nekro de Fun People y de los integrantes de Os Mocos, entre otros protagonistas de esa escena-, será publicado por la editorial Tren en Movimiento, que viene apostando por libros que revisan los ochenta y noventa. Pabellón Séptimo, de Claudia Cesaroni, sobre la Masacre de los colchones de la cárcel de Devoto, es uno de ellos.

"En el libro hay fotos de las actividades de grupos de acción, en algunos participé, grupos de acción como ADN y RAN...", enumera y compara: "Después todas esas inquietudes y bronca se pudo canalizar en las asambleas previo y después a la explosión en 2001".

Casas, que publica sus trabajos sobre fotoperiodismo en su web Imagen Bruja, formó parte de la asamblea de Florida Este, en la que militó hasta 2008. Luego esa lucha se trasladó a la huerta de Saavedra -el espacio cultural que el año pasado sufrió un extraño incendio-, que entre otras actividades pelea con festivales y reuniones interbarriales por el no cierre de los espacios culturales los Macri, Mauricio y Jorge, en sus comunas.

Este, su proyecto personal -aunque grafique el tiempo de un colectivo-, busca a través del sitio Panal de ideas, -al que hasta Rocambole ha recurrido-, la colaboración de los interesados para reunir el dinero para la publicación de una historia pequeña, pero no por eso menos notable, de los que fueron jóvenes en los Otros noventa.