"Es un regalo que nos hace un hermano país. Y que no es un símbolo que tiene que ver con estos dos países con Bolivia y con Argentina" subrayó Zerneri y agregó: "Es el mismo proyecto de San Martín, de Güemes, de Padilla, de Juana Azurduy era luchar por la independencia de la región sudamericana".

Además opinó sobre el traslado o "resignificación" del monumento a Cristóbal Colón que estaba en el jardín de la Casa Rosada y aseguró que en lugar de destruirse, "lo restauraron y lo va a ver más gente que antes".

Uno de los aspectos principales que destacó Zerneri es que el monumento a Juana Azurduy marca un cambio de época ya que ''Colón miraba hacia Europa, Azurduy va a estar mirando hacia América''; hacia el continente.

La escultura de bronce tendrá una altura de 9,50 metros, un pedestal de 5,50 metros y pesará unas 8 toneladas. Estará acompañada por otras doce figuras, entre ellas sus cinco hijos que murieron en combate  y un gaucho en representación de Martín Miguel de Güemes. El costo fue de un millón de dólares, aportados por el Estado boliviano como un gesto de hermandad entre los pueblos.