El gobernador bonaerense Daniel Scioli aceptó la renuncia de los jueces de Casación Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, tras el polémico fallo en el que redujeron la pena de un violador porque la víctima, un nene de 6 años, ya había sido abusado y tenía una inclinación "homosexual".

A través de los decretos 513 y 514, Scioli aceptó anoche la renuncia de ambos magistrados al tomar en cuenta informes de organismos técnicos de los que surgió “la inexistencia de inconvenientes” para avanzar en ese sentido.


Los dictámenes fueron emitidos por la Dirección de Asesoramiento Técnico de la Suprema Corte, la Asesoría General de Gobierno y la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento.


En este último caso, se indicó que los procesos de enjuiciamiento iniciados contra ambos jueces estaban en la etapa “de instrucción de sumario”, pues de haberse producido acusación el gobernador no podía aceptar las renuncias.


Ahora el jury no seguirá avanzando para la eventual destitución y los jueces podrán acceder al beneficio jubilatorio.


Piombo y Sal Llargués quedaron en el medio de una fuerte polémica tras dictar un fallo en el que, como miembros de la sala 1 de la Cámara de Casación Penal, le quitaron el carácter de “gravemente ultrajante” a la condena que pesaba sobre el vicepresidente del Club Florida, Mario Tolosa, por considerar que el niño abusado tenía “una orientación sexual homosexual”.


Así, le redujeron la pena de los seis años de prisión originales a tres años y dos meses, y Tolosa quedó en libertad tras cumplir dos años de cárcel.


Tras la repercusión negativa que generó la difusión del fallo, los jueces dejaron de ser profesores de Universidad Nacional de La Plata y de la UBA y fueron también separados de algunos organismos que integraban.


En forma paralela, legisladores de diversas bancadas impulsaron un nuevo jury, que se sumó a otro que tenía como protagonistas a ambos magistrados en relación a otro fallo controvertido. En ese contexto, tanto Piombo como Sal Llargués presentaron sus renuncias.