Sobre la candidata que acompaña la fórmula de Esteban Bullrich, pesan serias sospechas de irregularidades en sus consecutivos roles: primero fue por "tráfico de influencias" cuando manejaba el banco Ciudad en 2006, después le impugnaron su llegada a la Auditoría General de la Ciudad por tener abierta una causa por “malversación de caudales públicos" y luego se presentó como candidata a intendenta de Avellaneda por orden de Macri, a pesar de ser oriunda de Bolívar.

Sin embargo, Daniel García la vincula con maniobras en su actual conducción del ente regulador de la contaminada cuenca Riachuelo Matanza (ACUMAR) y la acusa de negociar con empresas permisos para verte desechos tóxicos en el río.