Además de los puestos de trabajo de empleados municipales, en Quilmes también está en riesgo la cultura. En agosto pasado, el Concejo Deliberante de Quilmes sancionó la ordenanza para normalizar y registrar los espacios culturales o alternativos, la legislación además contempla una ayuda económica.

Sin embargo, el intendente Martiniano Molina vetó la ordenanza que había contado con la participación activa de todos los centros culturales, para luego, supuestamente, impulsar una nueva. 

Es por ello que, más de cuatrocientas personas con antorchas en sus manos, marcharon en el centro de la ciudad para visibilizar el reclamo. La movilización la organizó el “Colectivo Cultural Quilmeño” (CCQ), que nuclea a casi todos los centro culturales distritales, y contó con distintas intervencinoes artísticas.

También particparon representantes del Frente para la Victoria y organizaciones de izquierda, opositoras al gobierno local de Cambiemos. También gremios docentes y de profesionales de la saluda se hicieron presentes. 

Pablo, referente de Hagamos Lo Imposible expresó: "Nos parece una vergüenza que 24 concejales la aprueben y ahora la quieran sacar. Además se saca el comodato al centro cultural Pampero. Se están ensañando con mucha soberbia. Nos hicieron trabajar en un proyecto varios meses para perder el tiempo y ahora nos dicen que están preparando otra. No conocemos la ordenanza del Municipio y no conocemos el carácter inclusivo del que habla Fernando Pérez. No solo no conocen el concepto de Cultura sino que nos engloban como si fuéramos un boliche", le dijo al medio zonal El Termómetro.