Pese a la gratuidad de la enseñanza, alcanzar el título universitario representa un desafío económico para las familias de los trabajadores de Argentina, y las medidas del gobierno de Cambiemos hacen que la situación se vuelva cuesta arriba.

Referentes educativos y estudiantiles de las Universidades Nacionales de La Matanza (Unlam), de Lanús (UnLa) y de Avellaneda (Undav) ya hablan de una caída de la matrícula por esta razón. 

"No nos alcanza la plata para cargar la sube", afirmó Emiliano Grillo, vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Lanús en una nota de Anccon, la agencia de noticias de la UBA.

Grillo explicó que en el conurbano la mayoría  de los estudiantes "son hijos de laburantes, muchos son la primera generación de su familia  que puede ir a la Universidad por lo que  tienen recursos limitados". Y subrayó: "Son laburantes, trabajan ocho horas y tienen que tomar dos o tres colectivos para ir a laburar. Y a eso se le suma el gasto del boleto para venir a la Universidad".

Para colmo, el gobierno de María Eugenia Vidal todavía no reglamentó la ley del boleto estudiantil, que fue sancionada el año pasado y publicada en el Boletín Oficial por Daniel Scioli en diciembre.  Desde el oficialismo de Cambiemos no destinaron todavía los recursos necesarios. 

"Hay una gran incertidumbre sobre lo que va a pasar, por eso tuvimos una marcha en La Plata por el boleto educativo en la provincia de Buenos Aires. Frente a todo este tarifazo, principalmente en el transporte, lo mínimo que puede hacer el gobierno es pensar un poco en los estudiantes", manifestó Grillo al respecto.

Por su parte, la docente de la UnLa y licenciada en Trabajo Social de esa casa de estudios, Ana Morano, señaló que "algunos alumnos ya empezaron a abandonar", dijo y señaló que por ello "ya hay varios docentes que comenzamos a dar clases virtuales", describió.

En tanto, el estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de La Matanza y referente de la agrupación estudiantil La Demo, Nicolás Lozza, dijo que el aumento del boleto "afectó más a los estudiantes que los propios cierres de cursos y que el propio presupuesto que pueda recibir la Universidad".