No es un buen momento para el jefe comunal de Cambiemos. Es que, una cosa es lanzar promesas para ganar una elección y otra muy distinta es gobernar y hacerse cargo. En especial cuando lo segundo quiere decir tener que dar explicaciones por cuentas en paraísos fiscales o una alerta de Interpol por "delitos contra el orden tributario y las relaciones de consumo". 

Agobiado por tantas presiones, el intendente y su gabinete decidieron realizar un oneroso "retiro espiritual" durante el fin de semana en el lujoso Polo Hotel Resort & Spa de Open Door. ¿El gasto? Unos 69 mil pesos, que, según aclararon desde el municipio, no fueron abonados con las arcas públicas.

Grindetti, quien a diferencia de los vecinos de Lanús se puede dar el lujo de descansar sin mirar los aumentos de precios, dijo estar más preocupado por "independiente" que por las sospechas que se levantan sobre su figura.

No es el único macrista que hace "retiros" en medio de la gestión. Días atrás, la gobernadora María Eugenia Vidal también metió un 'brake' espiritual. La mandataria se propuso "consolidar vínculos" con sus funcionarios, alejados del mundanal ruido. Al parecer, algún asesor en común considera que hay que liberar a los representantes del pueblo del estrés que provoca tomar tantas medidas de ajuste contra los trabajadores.