Las encuestas no siempre reflejan con justeza la entrega de los hombres a un proyecto. Y en los espacios políticos donde la imagen está por sobre la construcción, esto puede tornarse problemático.

Este parece ser el triste caso de Darío Giustozzi, a quien Sergio Massa ha ido desplazando lentamente de lo que hasta comienzos de año era el candidato cantado a gobernador bonaerense por el FR.

El misterio con el que se movió Sergio Massa a momentos de presentar la lista y traicionar al FPV, no hizo dudar al ex intendente de Almirante Brown, quien rápidamente puso su gestión en función de darle solidez al incipiente Frente Renovador.

Sin embargo, la figura de las corporacioes no ha demostrado una lealtad recíproca con Darío Giustozzi.

Lo primero que hizo, al ver que la imagen de Darío no crecía, fue abrir la interna para todo el mundo y llenar de precandidatos a gobernador al massismo. Se anotaron desde Posse, Cariglino, Mónica López y el propio exgobernador Felipe Solá.

Lejos de mostrar enojo, aunque por lo bajo sí hubo reproches, Giustozzi aceptó el reto y anunció que enfrentaría con gusto a los potenciales rivales del FR en las primarias del 2015.

Sin embargo, la última movida de Massa parece haber colmado la paciencia del ex intendente y actual gobernador.

Massa coquetea con una supuesta llegada de Martín Insaurralde como nuevo candidato a gobernador por el FR. Más allá de lo que hará el actual diputado del FPV y de los gestos ambiguos, Giustozzi siente que este paso del FR sería demasiado.

"Yo no voy a hacer política en contra de mis principios, antes me voy a mi casa", afirmó Darío Giustozzi, entrevistado por el diario Clarín.

Massa estaría a pocos paso de dejar de lado a su primer aliado, al hombre que depositó su carrera política y la referencia de los años de gestión, a cambio de una figura con más "marketing".

Los números en las encuestas parecen dominar las decisiones del hombre de Tigre. La pregunta es qué hará Sergio Massa si eventualmente, las corporaciones ven que el FR continúa sin ganar crecimiento, otro de los candidatos de la derecha gana en imagen pública, y el massismo pierde la fenomenal vidriera que hoy le dan las corporaciones.