A través de una sesión extraordinaria, el Concejo Deliberante del partido bonaerense de Luján declaró la emergencia textil, como consecuencia de la crisis que vive el sector a partir de la apertura de las importaciones por parte del Gobierno.

La Cámara Textil de Luján y los representantes de la Asociación Obrera Textil (AOT) habían alcanzado un proyecto que busca visibilizar y mejorar la situación de las 120 pymes y micropymes del rubro, que contiene a más de 5 mil trabajadores que se encuentran en peligro.

Mientras la producción cayó un 55 por ciento, y las ventas un 50; ya hay 550 despidos, que implica una pérdida del 11 por ciento de los empleos. Las empresas están trabajando a menos del 60 por ciento de la capacidad instalada, con una tendencia declinante.

“Nosotros queremos que a través de esto el Gobierno nos tire una soga, que nos dé alguna señal; hasta ahora toda la respuesta del Gobierno es más importación”, lamentó Darío Brunetti, de la fábrica homónima e integrante de la Cámara Textil de Luján, de acuerdo con el medio platense Contexto.

En la misma línea, el presidente de la Cámara Textil de Luján, Rodolfo Bianchi, aseguró que desde marzo vienen advirtiéndole al Gobierno que  “iba a llegar una crisis” y reprochó que “no se tomó ninguna medida a favor” y que “no se hizo nada”.

La industrial textil también se vio fuertemente afectada por la caída del consumo, los tarifazos y las altas cargas impositivas; aunque el principal problema resulta ser la cantidad de mercadería importada, sobre todo la que ya está confeccionada, que rompe con toda la cadena de producción local, por lo que son muchos los puestos de trabajo que están sobre una cuerda floja.

“Estamos en una situación complicada; no queremos volver a los noventa”, sostuvo Brunetti, quien contó que están “en una situación de no despedir gente, de tratar de aguantar lo más que se puede”.

Según comentaron desde Luján, antes que Macri abriera las importaciones “el sector venía a pleno”, tras “doce años en los que se trabajó muy bien”, por eso el presidente de la Cámara Textil, concluyó: “El Gobierno tiene que tomar una decisión macroeconómica, si quieren que desaparezcamos o que seamos una industria pujante, que sigamos tomando gente y trayendo inversiones”.