Por su dimensión, población y variedad demográfica, Buenos Aires es la provincia más pesada, políticamente hablando, del país. Es por ello que no sorprende que un considerable número de intendentes, que fueron electos en octubre del 2011, no logren cumplir el mandato.

Desde luego, las interrupciones en el cargo responden a circunstancias diferentes. Las bajas son producto tanto de enfermedades, como ascensos, o destituciones y afectaron a casi todas las fuerzas políticas. Hasta hubo un asesinado.

De los 135 jefes comunales ya son 18 los que no pudieron cumplir con la responsabilidad que les otorgó el voto popular. El número, que consignó el portal Infocielo en una nota de este martes, podría crecer, si se tiene en cuenta que todavía falta casi un año para que se complete el período de cuatro años.

El último en incorporarse a la nómina fue Pablo Guacone, flamante exalcalde de San Pedro.  En la práctica, no ejerce el cargo desde diciembre, momento desde el que acusó tener problemas de salud. Pero recién ahora realizó la renuncia formal al puesto.

Otros, en cambio, han dejado el municipio para asumir como funcionarios provinciales o nacionales.

Es el caso de Cristian Breitenstein, de Bahía Blanca, quien asumió como Ministro de la Producción en el Gabinete de Scioli. Dos años después, lo siguió Alejandro Granados (Ezeiza),  se incorporó al frente del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Pero no todo son ascensos en la política. También hubo destituciones.

El intendente de Pinamar, Blas Altieri, fue enjuiciado por una comisión investigadora en el seno del HCD y destituido con apenas 7 meses de gestión sobre sus espaldas. Mismo destino tuvo Horacio Tellechea, de Necochea, separado del cargo en febrero de 2013.

En otro orden de razones, las elecciones legislativas tentaron a muchos intendentes a dar el salto hacia los cargos en el Congreso. Aunque, a este grupo hay que restarles los que volvieron a refugiarse en sus distritos.  Como lo hizo Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Sandro Guzmán (Escobar).

Los que sí se suman a la lista de ex son los ahora diputados nacionales; Darío Giustozzi, de Almirante Brown; Sergio Massa, de Tigre; Gilberto Alegre, de General Villegas; y, Héctor Gutiérrez, de Pergamino.

También los provinciales, tanto diputados como senadores; Aníbal Regueiro, de Presidente Perón; Ricardo Móccero, de Coronel Suárez; Patricio Hogan, de General Alvarado. Todos estos con licencias, pero hasta el momento no han retornado.

La campaña de este año también generó bajas. El de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Erneta, y el de Chivilcoy, Aníbal Pittelli. Ambos migraron recientemente a cargos ejecutivos del Ministerio del Interior y Transporte, a cargo de Florencio Randazzo.

El rubro renuncias, aunque de otro signo, se llevó también a los intendentes Néstor Starc (de Coronel Rosales), Luis Ghione (San Andrés de Giles) y a Juan Carlos Bartoletti (de General Viamonte), que adujeron problemas de salud que los forzaron a dejar el cargo. El mismo camino siguió hoy Pablo Guacone, de San Pedro, que estaba, en rigor, al borde de la destitución.

Pero la razón más determinante de todas, es la muerta misma. Entre las bajas, también hubo un dirigente que fue víctima de un asesinato.

Se trata de del intendente de Lobería, Hugo Rodríguez. En octubre de 2013, un exfuncionario relevado del cargo, se habría vengado de su jefe político de la peor manera: le disparó tres tiros y lo atacó con un hacha. Falleció camino al hospital.