Silvia es la mujer que responde la pregunta del cronista Mauricio Polchi, en comunicación con radio AM750, pero no puede concluir su relato al revelar que su pareja también fue despedido en la misma fábrica, y que en el día de su cumpleaños, la hija que tienen tuvo que saludar a su padre a través del alambrado que da a la calle.

Este es el caso de una familia cuyos ingresos vienen exclusivamente de su trabajo en esta fábrica textil, y que ahora quedará en la calle. De acuerdo a lo que denuncian los trabajadores, el sector empresarial rechazó sistemáticamente pedidos de trabajo de las marcas con las que habitualmente trabajan para luego justificar que la crisis generalizada del país afecta a la producción.

“El argumento es que no se puede trabajar más y que la crisis no es ajena. Decayó el rubro a nivel general y el trabajo, pero al ser marcas de primera línea, tenemos pedidos y sistemáticamente los rechazan. Nosotros lo sabemos porque tenemos acceso a los informes de la fábrica”, destacó Fernando Castillo, secretario general del Sindicato Unido de Costureros y Empleados del Vestido (SUCEV) de la CTA-Autónoma, en declaraciones a infogremiales.com.ar.

Son al menos 120 empleados que permanecen en su lugar de trabajo en estado de alerta: la fábrica presentó un pedido de quiebra en diciembre,pero aún no existe ningún decreto que lo constate, al permanecer en días de feria judicial.

Se les adeudan retroactivo del aumento de abril, mayo y junio, los sueldos del mes de diciembre, vacaciones del período 2018, el bono y el aguinaldo completo. En los primeros días del año la empresa otorgó compulsivamente las vacaciones y los empleados temen que la fábrica no abra sus puertas y haya vaciamiento de las maquinarias y materias primas.

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