Mónica Valdivieso, madre de 8 hijos, amenazó en reiteradas oportunidades con llevar a cabo el método de protesta más extremo, el de auto provocarse dolor físico: "¿No se puede ir a prender fuego abajo?", le respondían irónicamente los empleados del municipio que lidera el hombre del Pro, Martiniano Molina. El silencio perduró y ella cumplió con su amenaza.

A metros del despacho del jefe comunal, la mujer en estado de desesperación se roció con alcohol y se auto incineró el cuerpo y el rostro. Asistida primero por compañeros que apoyaban su reclamo, luego fue atendida por personal médico y bomberos, que la contuvieron durante una crisis de nervios.

Según denunciaba, las viviendas entregadas hace algunos meses aún no fueron finalizadas y no están en condiciones de habitabilidad, mientras que las obras correspondientes seguían aplazadas.

A raíz del impactante episodio la subsecretaria de Seguridad, Analía Pauluzzi, salió de su oficina y aceptó dialogar con los vecinos: "Tanto funcionarios como personal de las distintas áreas municipales tomaron intervención en la situación de la referida a efectos de dar asistencia", asegura un comunicado emitido por la Municipalidad de Quilmes en las últimas horas.

Valdivieso fue llevada al Hospital de Quilmes, para luego regresar a la dependencia comunal y ser recibida por la secretaria de Desarrollo Social, María Ángel Sotolano.