Mientras C5N elaboró un informe sobre la evolución de las tarifas, teniendo en cuenta las variaciones a la alza en la cotización del dólar, las impactantes cifras de facturas de usuarios del conurbano instalaron la alarma sobre el golpe que significa esta política de reducción de subsidios a la energía.

Diario Popular también recapituló algunos casos que ponen de manifiesto la problemática, mezclada con la pésima calidad de servicio que brindan las prestadoras.

Rafael Calzada: una vecina sufrió varios cortes de luz, le explotó el medidor, estuvo 10 días sin servicio y encima recibió una cuenta 1500 por ciento más cara que su tarifa habitual. En su evolución de consumo, la estadística mostraba que entre el segundo y el tercer periodo del año, su consumo había aumentado 1000 por ciento: 3.372 pesos. Bastante sospechoso... Después de varios reclamos, llegó una cuadrilla que restableció el servicio con una conexión directa, sin reemplazo del medidor.

Adrogué: Una vecina denunció en Facebook un problema que afecta a muchísimos usuarios del distrito, como lo es la mala atención cuando se exhiben reclamos. Al encontrarse con una factura de más de 3300 pesos, “nadie supo decirme qué pasó ni cómo tomaron ese registro de consumo porque el medidor no funciona desde el 12 de junio”.

Glew: mientras algunas familias recibieron cuentas por casi 17 mil pesos, trascendieron casos en los que se pasó de pagar 200 pesos, a 1145. Los comentarios en los posteos de redes sociales revelaron casos de inquilinos que recibieron casi 7 mil pesos de deuda.

Almirante Brown: según la Dirección de Defensa del Consumidor, Edesur encabeza la lista de reclamos por deficiencias y falta de servicio.