Si bien hasta último momento los esperaron en Unidad Ciudadana, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, intendentes de San Martín y Hurlingham, respectivamente, decidieron romper con el resto de los intendentes peronistas del conurbano y acompañar la aventura de Florencio Randazzo.

El gran dilema que se les presenta ahora es que, como muestran todas las encuestas de intención de voto, el exministro de Transporte no tiene de arrastre del voto. De confirmarse el pronóstico en las urnas, la lista Cumplir sacaría menos de diez puntos a nivel provincial, algo fatal a la hora de pensar en la renovación de las bancas en los Conejos Deliberantes municipales. Es por ello que sólo la tijera podría salvarlos del desastre. 

Tanto Katopodis como Zabaleta, vienen de hacer una buena elección en 2015, que los colocó al mando de los distritos. De hecho, en el pago chico ambos sacaron más que Daniel Scioli. Zabaleta sacó el 39 por ciento, mientras que excandidato a Presidente del FpV obtuvo 37 por ciento. Por su parte, Katopodis obtuvo 40 puntos, casi 6 más que el ex Gobernador, que sacó un magro 34,5 por ciento. 

Fomentar el corte de boleta, suele ser visto como un acto desleal. Pero en este caso, mientras Randazzo usa este elección como un trampolín al 209, ya que sabe que sus chances de acceder al Senado son escasas (sólo entran dos por la primera fuerza y uno por la segunda), los intendentes tienen un problema real y es que necesitan ingresar la mayor cantidad posible de concejales.